11.Loca por el teléfono.

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¿Mcfly? No, no podía ser. Osea, me refiero a que no es tan fácil conocer a unas estrellas de rock. Pero, al observar esos ojos, hubiera jurado, que eran los mismos que los de hacía cinco años. Entonces… ¿De eso me sonaban tanto? No, no podía ser. Me negaba a creerlo.. pero, ¿qué había de malo?
Danny se sentó justo al lado mía, mientras nos separaba a Georgia y ami. La rodeó con un brazo mientras cogía tres cervezas de la mesa. Entonces ¿eran novios?.. un momento.. ¿¡tres cervezas!?. Dio una a Georgia, y la otra me la ofreció a mi. No quería cogerla, ya que no bebía, pero mi cuerpo no me hizo caso. Cogí la cerveza y me la quedé entre las manos. Miré a Tom, quien se sentaba al lado de Giovanna. ¿Serían de verdad Mcfly?
Observé a todos los de la sala. Conversaban tranquilamente, cada uno con su propia bebida, y bueno, no iba a ser yo la única que no bebiera… al fin y al cabo, ya tenía 19 años, y no pasaba nada si bebía un poco.
Al abrir mi lata, salió un poco de espuma. Me la acerqué a la cara, y lo olí disimuladamente. Dios… que olor. No me gustaba en absoluto, pero, había algo en ella, que, sinceramente, me tentaba a beber. Y así lo hice. Bebí. Un amargo sabor recorrió mi garganta mientras tragaba. Intenté toser disimuladamente, pero la bebida parecía salirme por la nariz. Note unos golpes en la espalda, procedentes de Giovanna.
-No bebas tan rápido. –Dijo riendo.
-Lo intentaré. –Le contesté, pensando exactamente lo contrario.
Por suerte, nadie había hecho mucho caso al accidente con la cerveza. Empecé a escuchar la conversación, centrándome en ella. Fuimos hablando de todo un poco, y me enteré de que Georgia había sido Miss England 2007-2008, Giovanna era actriz y Frankie cantante. No hablamos sobre los chicos, aunque, la verdad era que me habían entrado unas ganas de preguntar sobre Mcfly.
A veces, mis ojos se pasaban de la persona que tenía la palabra hacía Danny… había algo en el que me atraía. Cada vez que hablaba, dios, el cuerpo se me paralizaba.

Había marcado ya las 13:30h, y cada persona iba tirando a la basura que pasaba Giovanna, sus cervezas. Yo solo tome una, y no hubiera podido tomarme ninguna más.
-Bueno Laia, -dijo Harry. – te llevo a casa, ya es hora.
Le asentí con la cabeza, y nos empezamos a dirigir a la puerta. Pude ver, ya que iba detrás de Harry, como Danny le paraba un momento para hablarle. Seguí adelante, pasando por detrás de este. Pude aspirar su aroma… Dios, que olor –pensé, y otras mil mariposas recorrieron mi cuerpo. Salí de la casa, despidiéndome de Giovanna.
-Bueno, adiós Laia, ya hablaremos. –Me dijo, dándome dos besos.
Esperé junto al coche de Harry, mientras salía de la puerta Georgia. Tenía un andar de modelo, sin duda. Se apoyó en el coche junto a mi, y me miró sonriendo con su famosa sonrisa.
-Harry nos llevará a Danny y a mi a casa. –Me dijo, mientras se ponía a mirar por la puerta al igual que yo, esperando a su novio y al amigo.
-¿Qué no habéis venido en coche?
-Nos a llevado Dougie, pero ahora se iba a un restaurante con Frankie y no le apetecía llevarnos… así es el. –Dijo, poniendo los ojos en blanco.
-Parece un niño pequeño. –Dije, sin poder evitar reír, y ella me acompañó con la risa.
-A mi también me dio esa impresión la primera vez. –Me miró y preguntó. -¿Y que te parece la gente?
-Sois muy amables. Ah sido realmente cómodo. –Confesé, mirando al igual que Georgia a la puerta, mientras los dos castaños salían y se despedían de Tom y Gio.
Harry abrió el coche, y se dirigió hacía la puerta derecha, mientras Danny salía corriendo hacia la de la izquierda. Seguramente creía que me iba a querer sentar delante, así que cuando vio que me sentaba detrás junto a Georgia sin rechistar, puso cara de extrañado… era tan mono.

Cuando llegamos a casa, me despedí de ellos y entré. Mi madre ya estaba poniendo la comida en la mesa, así que subí los escalones de dos en dos hasta mi habitación. Me quité los zapatos y me puse un suéter más cómodo. Cuando ya me disponía a bajar, sonó mi móvil. ¿Harry? –Pensé, ya que no solía recibir muchas otras llamadas, a no ser de que fuera Alice. Cogí el móvil, e intenté ver la dirección...  “número desconocido” leí. Acepté la llamada y me dirigí el móvil lentamente a la oreja.
-¿Sí? –Pregunté.
-LAIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! –Chilló  alguien muy fuerte, al otro lado del teléfono, e hizo que se me cayera al suelo y me diera un susto de muerte.
Reaccione pasados unos segundos, y volví a coger el móvil.
-¿Quién demonios eres? –Le pregunté a la chica del otro lado, un poco enojada ante el susto.
-¡¡Laia, soy Mery!! ¡¡Tu amiga de España!! –Me dijo en Español, intentando no volver a chillar.
Espera… ¿Mery? Dios, no podía ser… ¡Mery!

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