28.Espiame y verás.

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Caminamos poco rato, buscando a la pareja. No estaba confirmado que estaban juntos, pero era lo más probable.
-Ya me e cansado. –Me susurró Alice, dejándose caer en la fría hierva.
-Yo también.. –Confesé, mientras cogía aire y gritaba. –¡MEEEEEEEEEEEEEEERY!
-Sshhhhh. –Nos hicieron callar unas voces un poco más lejanas, así que forzamos la vista.
Había tres siluetas escondidas entre unos arbustos. Harry, Danny y Tom. Nos acercamos a ellos de pie, pero nada más llegar a sus lados nos hicieron agacharnos.
-Os van a ver.. –Nos avisó el moreno lleno de pecas.
Seguimos la mirada de los tres y nos encontramos a una parejita sentados en un tronco. Mery y Jeremy conversaban tranquilamente.
La morena iba cogiendo y rompiendo hojas secas que quedaban por el suelo, mientras tenía la mirada perdida, hablando de vez en cuando, pero sobre todo, escuchando con gran atención al rubio.
-Quiero que se besen. –Me susurró Alice otra vez al oído, mientras se acomodaba en la hierva. –Mira como la mira Jere…
No le contesté. Simplemente les observaba. Mery parecía estar en otro mundo, distante a Jeremy, pero sin duda le estaba escuchando. Me dejé caer finalmente en el suelo, sin apartar la vista de ellos. Jeremy la miraba fijamente mientras le decía algo, que, desde donde estábamos nosotros, no se podía oír.
Escuché una débil carcajada a mi lado. Me giré rápidamente y pude ver como Danny Jones aguantaba su risa con una mano, pero seguía haciendo demasiado ruido. Volví a echar una mirada a la pareja, donde Jere había dejado de hablar y fruncía la frente. Se estaba oyendo. Tom intentó cubrir mejor la boca de Danny, pero este ya explotó en un mar de risas. Se le oía a metros de distancia, e hizo que Mery se levantara de golpe. Empezó a caminar deprisa, y noté como Alice tiraba de mi manga para escondernos. Así lo hicimos. Nos alejamos a rastras un poco más, metiéndonos por más arbustos y oscuridad.
-¿¡Pero seréis cotillas los tres!? –Oímos a Mery gritarles. -¿No sabéis hacer otra cosa que espiar?
Iba mal. Estaba furiosa, y aún peor, Danny no podía hacer cesar sus risas. Si seguía, la armaría gorda con Mery.
-¡Déjate de reír ya, demonios! –Le gritó, amenazándole con su chulería. -¿¡No sabes hacer otra cosa que meterte donde no te llaman, no!?
Danny cesó sus risas, y observó confuso a ella. Esta se giró, y emprendió el camino hacía el picnic. Me levanté de golpe, resistiéndome a los empujones que me daba Alice para que me quedara allí. Salí de allí, siguiendo a mi amiga como podía. Sus pasos eran demasiado para mi.
-¡Mery! –Le grité, haciendo que parara y se diera media vuelta.
-¿Qué haces aquí? –Me preguntó tranquila.
-Bueno, yo… -Supuse que no sería buena idea decirle que estaba junto a los otros, así que me mordí el labio. –Estaba con Alice paseando y te oímos gritar.. pudimos ver que pasaba.
-Ah, eso.. no es nada.
-No, Mery, si que es. –Volví a captar su atención. -¿Qué esperabas de esos tres? Quiero decir.. son como unos críos… no tienes por que enfadarte con ellos..
-Tan solo lo dices por Danny. –Me dijo con dureza.
-Lo digo por todos. A veces hay que aguantar bromas pesadas, y créeme, esta no era nada dura.
-No me gustan que me espíen. –Intentó defenderse.
-Tu también espías en cuanto tienes ocasión. –Le dije con gracia. –Llegas a ser la persona más cotilla de todo el mundo.
-Ala, no exageres. –Dijo, recobrando un poco la gracia a la frase.
-Sabes que no exagero. –Me acerqué a ella y le dí un abrazo. –Intenta ponerte en el lugar de ellos.. es tentadora la idea.
No me contestó, y deduje que sabía que tenía razón. Era algo lógico en ella… jamás te daría la razón si ella estaba equivocada, no. No era esa clase de persona.. era graciosa, pero también llegaba a tener un genio un poco fuerte de vez en cuando.

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