77.

Cuando llegamos a la playa, aún faltaba gente. Tan solo estaban Tom, Danny, Almu y Georgia, quienes estaban preparando sus cosas. Hice lo mismo junto a Mery y Alice.
Antes de que Mery consiguiera sacar sus apretadas toallas de su bolsa, la llamé un momento.

-Mery, dime que no te has traído toallas de Disney ni de Pixar.
-No, por desgracia no. –Dio, dando un leve suspiro y acabando de sacarlas. –No encontré ninguna por tu armario, así que acabé optando por elegir una simple. –Desplegó una y me enseño una toalla a rallas de colores. No pude soltar una risita de burla.

Puse una normal sobre la arena, y la otra de Dora la dejé echa una bola, a un lado de la bolsa. A decir verdad, me daba un poco de vergüenza enseñarla. Por desgracia, Mery pareció olerla. Me la tiró a la espalda nada más cogerla.

-Menuda forma de tratar a la toalla de Dora.. –Me dijo volviendo a cogerla.
-Es que ahora no la necesito…
-Pues se deja doblada y bien puesta.
-Me daba pereza.. –Le guiñé un ojo, mientras ella volvía a dejar la toalla conforme estaba y sentaba en la suya. Hice lo mismo.

Los otros cinco no dudaron en irse a bañarse. Me quedé junto a Mery, comentando alguna que otra cosa sin sentido, mientras los observábamos divertirse en el agua. Moríamos por hacer lo mismo, pero la vergüenza nos comía.

-Mery… -La llamé sin apartar la vista del mar. -¿No crees que deberíamos ir al agua?
-Sí.. opino lo mismo.

No nos movimos. Comentarios así sin sentido hacíamos a cada momento. La cosa empezaba a aburrir cuando de pronto sentí unos besos sobre mi cuello. No dudé en apartarme y comenzar a chillar como una condenada. Cuando me giré, resultó ser tan solo Harry, e hizo que me largara a reír como una tonta.

-Laia idiota, me asustaste a mí también. –Dijo Mery, poniéndose la mano sobre el pecho y dejándose caer completamente sobre la toalla.

Cuando por fin acabé de reírme, Harry se sentó en mi toalla, a mi lado. Nos quedamos mirando como Mery comenzaba a tirar por el aire la crema de sol.

-¿Por qué no os bañáis? –Preguntó él, cogiendo la crema, haciendo que Mery rechistara. Pasé de la pregunta. –Contestadme.
-Harry, hay vergüenza. –Dijo Mery, acercando su bolsa, sacando de ella otro bote de crema solar y volviendo a tumbarse para empezar a lanzarlo de nuevo.
-¿Vergüenza? ¿De qué? –Ninguna contestamos. –No serán tan tontas de tener vergüenza de eso.. ¿verdad? –Ambas nos miramos intentando encontrar alguna escusa. –Menuda tontería más grande.
-Es nuestra tontería, Harold. –Contestó mi amiga, tirando cada vez más alto el botecito.
-Pues olvidadla. –Dijo él, cogiendo por segunda vez la crema que tenía Mery y levantándose del sitio. –Como en diez minutos no estén en el agua, vendré yo mismo a tiraros. Vestidas o no vestidas, me da igual. –Y dicho esto, se quitó la camisa y se dirigió al agua.

Ambas nos quedamos calladas. Nos dirigimos unas cuantas miradas, pero en suspense. Mery fue la primera en moverse; empezó a ponerse crema en los brazos y piernas.

-¿Te vas a bañar? –Le pregunté, y ella tan solo se encogió de hombros. -¿Te encuentras bien?

Me miró con ojillos de cordero. Le brillaban un poco, pero era lógico en su mirada.

-Tengo mucho calor, pero me da vergüenza ponerme en bikini. –Dijo agachando la cabeza.
-Tranquila, no está Jeremy, no tienes porque preocuparte.
-Ya pero.. está Dougie. –Miró hacía el igual e hice lo mismo. Todos parecían divertirse.
-¿Pero aún te gusta?
-No.. pero me da vergüenza. Si Jere estuviera aquí no tendría… -Me miró sería de nuevo. –Tú, por otra parte, tienes a Harry. No tienes porque temer.
-Precisamente eso. –Reí por lo bajo. –Tengo aún más vergüenza.

Nos miramos mutuamente. Acto seguido, empezamos a reírnos como unas tontas, y finalmente, decidimos irnos a bañar.