18.Broke

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-¡¿Quéé?! –Gritó Mery, mientras se levantaba de golpe y corría hacía mí. Me quitó una de las entradas de la mano y se puso a examinarla demasiado nerviosa.
-Hay dos entradas mamá. –Le dije, observando la mía y la que tenía Mery.
-Es para invitar a alguna amiga tuya. –Noemí fulminó a Mery con la mirada.
-¡Yoo! –Gritó Mery, mientras levantaba los brazos, agitándolos. -¡YO QUIERO! ¡YO QUIERO CONCIERTO DE MCFLY! –Chilló mientras se tiraba contra mí.
-¡Vale, vale, está bien! ¡Te vienes conmigo! –Le confirmé, quitándomela de encima.
Mery tenía la manía esa. Abalanzarse contra todo que quería, desde siempre. Tenía claro que ella era la perfecta para llevarla conmigo, ya que, yo ya conocía a Mcfly, pero ella no, y era, sin ninguna duda, el mejor plan.

[…]

La tarde del 14 de Enero, cuando ya salía del instituto junto a Alice, preparadas para asistir a la fiesta de Frankie, tenía claro que necesitaba un favor de Harry. Me lo encontré ya con Tom junto al coche, y Alice y yo nos dirigimos hacía ellos.
-¿Y Giovanna? –Pregunté, ya que la que se suponía que tenía que llevarnos era ella.
Tom hizo una mueca desagradable, y observó a Alice, quien había levantado la cabeza y se había quedado pálida.
-No ha… podido. –Me contestó Harry.
Me dí cuenta de las miradas que cruzaban Tom y Alice, así que me propuse a presentarlos.
-Alice, este es Tom, Tom, esta es Alice.
-Encantado. –Dijo el rubio, volviendo a hacer formar su hoyuelo y ofreciéndole una mano.
-Encantada yo también. –Dijo Alice, boquiabierta y agarrando la mano de Tom. Lo tiró hacía ella, haciendo chocar los dos cuerpos y a Alice abrazar a Tom. –Soy Alice, tengo 19 años, y estoy soltera.
Me eché a reír junto a Harry, sin poder evitarlo. La castaña se separó rápidamente del rubio y se puso colorada. Este le dedicó una sonrisa a la chica y subió al coche, quien le acompañó sin pensarlo Alice al lado.
-Perdónala. –Le dije a Harry, mientras nos sentábamos detrás.
-No importa, créeme. –Dijo, mientras observábamos a Alice mirar a Tom como arrancaba el coche.
-Alice… -La llamé, y esta se despegó de su mundo
-¿Eh? –Se giró y me miró.
-Este –Señalé a Harry con la mirada. –Es Harry.
La castaña miró al musculoso, y, al parecer recordó lo que yo menos quería que recordara.
-Oh, encantada. Tu eres el …
-De Mcfly. –Le adelanté, antes de que añadiera la palabra novio yo me avergonzara por siempre.
-¿Mcfly? –Se extrañó ella. -¿El de las entradas?
-Sí. –Le contesté, y miré a Harry, quien me observaba extrañado. –Es que verás, Harry, necesito un favor tuyo.. y bueno, de los cuatro. –Miré de reojo a Alice, quien aún no había asimilado la situación. –Mi madre me regaló ayer unas entradas para el concierto que celebráis este viernes, y, me acompaña una amiga...
-¿Queréis pases Vip? –Preguntó Harry.
-No, no… queremos estar entre el público normal. Lo que necesito es que, si pudiera ser, después del concierto me dejarais presentaros a mi amiga. –Fruncí un poco el ceño, esperando respuesta positiva del castaño.
-¿Tan solo eso? –Dijo, levantando las cejas sorprendido. –Está más que hecho.

Llegamos a casa de Dougie y Frankie, donde la música ya sonaba. Alice y yo nos reunimos con Frankie, Georgia y Giovanna, mientras que Harry y Tom se marchaban con los demás. Hicimos las presentaciones entre Alice y Georgia, ya que, ellas dos no se conocían.

-Alice, Laia, -Nos llamó Gio a mitad de la fiesta. -¿Podéis venir un momento? Os e decir algo.
Nos llevó a una esquina de la casa, donde nadie pasaba por allí. La castaña tenía los ojos cansados y no parecía encontrarse muy bien.
-¿Qué ocurre? –Preguntó Alice.
Gio se largó a llorar, mientras se tapaba la cara con las manos. La abracé rodeando todo el cuerpo, y intenté consolarla.
-Tranquila, Gio.. no llores… ¿Qué te pasa?
-Es que verán.. –Dijo entre sollozos. -¿Se acuerdan de que Tom y yo andábamos mal?
Las dos asentimos y seguimos escuchando.
-Pues, eso.. que ayer cuando todos se fueron… hubo una discusión. –Cogió aire, mientras se enderezaba un poco más. –Y hoy por la mañana, pues… decidimos cortar.
Volvieron a caerle algunas gotas por la mejilla, mientras Alice le ofrecía un pañuelo. Esta echó lo que tenía que echar y se giró a ver a Tom.
-Lo raro es que me siento bien, aunque me duela en lo hondo. Creo que a los dos no nos quedaba mucho tiempo junto.
-¿Pero dejaron de hablarse? –Pregunté asustada.
-No, quedamos solo como amigos. Y fue lo mejor, ya que creo que no podría dejar de ver a los chicos y chicas solo por esta tontería.
Se limpió las lágrimas una vez más, y las tres volvimos a la pista junto a la morena y la rubia, quien, supuestamente ya sabían sobre la noticia. Observé a Tom desde lejos. Charlaba con Danny tranquilamente, pero, también se le notaba un poco mustio. El chico de pecas percató mi mirada. Intenté parecer que observaba a otro sitio, pero no pude evitar echarle un ojo. El seguía mirándome, así que decidí hacerlo yo también. Me encontré con esa mirada que tanto me gustaba, que me observaba con firmeza. Me dedicó una pequeña pero larga sonrisa, de la cual no pude evitar devolvérsela yo también.

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