73.borracho

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Nada más acabar de vestirme cogí el coche de mamá y salí hacía la universidad, con Mery a mi lado. Cuando encontré aparcamiento allí, me dirigí a la entrada del edificio. Había llegado más pronto que nunca. Aún faltaba media hora para entrar, y habían muy pocas personas alrededor.
Me senté en un escalón a esperar. Mery se sentó a mi lado, aún callada.
-Laia.. ¿Cómo volveré yo a casa? –Me preguntó poco después. Me quedé callada, pensativa, sin saber que decir.
-No sé… ¿quieres que te lleve ahora en un momento?
-No, no. Yo quería ver lo que pasa. –Dijo con su típica sonrisa pícara.


Las primeras en llegar al edificio fueron Alice y Desi. Nada más me vieron allí, se dirigieron rápidas a mí a preguntarme lo mismo que me había preguntado Mery. Una vez más, lo negué.
-Será mentiroso… -Dijo Alice, sentándose junto a nosotras. Faltaba un cuarto de hora en entrar.

El tiempo pasaba, y Harry seguía sin aparecer. Faltaban menos de cinco minutos para entrar. Mis nervios iban aumentando poco a poco, sin apartar la vista de la carretera, esperando que apareciera.
Al poco rato, pude verle cruzar la esquina, con paso rápido. Me levanté de un salto nada más le ví y bajé unos cuantos escalones. Cuando él me divisó, se paró al momento. Le miré con cara de asesina, y el comprendió a que se debía. Giró a la derecha y cambió de camino para entrar por otra parte. Le seguí todo lo rápida que pude, llamando a las otras para que me acompañaran.

Nada más crucé una esquina del patio, lo perdí de vista. Había desaparecido. Le refunfuñé un poco y me di la vuelta para volver a la entrada. Encontré a las otras a medio camino, exhaustas de correr.
-¿Lo cogiste? –Me preguntó Mery.
-No. A desaparecido… pero ya le pillaré, ya le pillaré… -Dije furiosa, y me dirigí de una vez al edificio. Era la hora de entrar.
-Esperad.. –Nos llamó Mery. -¿Y que hago yo?
-Cógete un taxi. –Le contestó Desi despreocupada.
-No, no me apetece. –Miró a su alrededor. –Creo que pasaré la mañana de por aquí y esperaré a que salgáis. –Y dicho esto, se dio la vuelta, caminando hacía un parque cercano.


Cuando llegó la hora del almuerzo, no fuimos al comedor. Sabía que Harry creería que estaría allí, y se habría escondido en el patio. Además, tal vez encontraría a Mery de por allí fuera.
-Yo no le veo. –Dijo Alice, sentándose en uno de los bancos y dando el primer bocado a su bocata.
-Ni yo tampoco. –Dijo una voz a nuestras espaldas. Mery estaba allí.
-¿Qué tal? ¿Te entretuviste?
-Si. Me e hecho amiga de una madre con un bebé y me a estado dando consejos de maternidad. –Dijo bien sonriente.
-¿No me saludas? –Preguntó divertido Jeremy, acercándose a ella y plantándole un beso. Desi puso cara de asco y apartó la vista para no ver.
-Laia… -Me llamó al momento.
-¿Qué?
-Harry… está allí. –Me dijo, señalándome a uno de los bancos.
En efecto. El moreno se encontraba allí, sentando junto a otro chico pelirrojo de pinta pija. Me acerqué a ellos decidida y con paso rápido. Cuando estuve cerca, Harry me vio, y puso cara de asustado.
-¡Tú! –Le dije señalándole con un dedo. -¡Te mato!
-La.. Laia. –Dijo tartamudo y dirigió una mirada asustada a su compañero.
-¿Esta es Laia? –Dijo el pelirrojo. –Con que tu eres la novia de Harry, ¿eh?
-¿Perdón? –Me enfurecí aún más y miré ya decidida a matar a Harry. -¡Tú! ¿Podemos hablar un momento?
Cuando nos apartamos un poco de aquel hombre, le di un fuerte golpe en el brazo. El protestó.
-¿Tú por que vas diciéndole a todo el mundo que estamos saliendo? –Le pregunté bien enfadada.
-Verás Laia.. –Intentó defenderse. –Estaba borracho…
-¿Borracho? –Le di otro golpe. -¿Y hacía falta de que te inventaras eso? ¿Cuánta gente lo sabe?
-No lo sé… -Iba a darle otro golpe, pero lo esquivó. –Al parecer lo solté ayer por la noche y hoy me e quedado igual que tu cuando Tom me lo recordó.
Suspiré. Quería matarle, pegarle hasta que me desahogara, pero me controlé.
-Pues averigua a quien se lo dijiste y a todos que crean eso, niégalo. –Me giré para volver con los demás pero me llamó.
-Laia.. –Me giré de nuevo. -¿Estás enfadada?
-¡Como para no estarlo! –El bajó la cabeza. Me arrepentí un poco. –Déjalo.. eso es agua pasada. –Le acaricié el hombro, y, una vez más, le di el último golpe. –Pero no quiero que me vuelvan a preguntar eso.
Y dicho esto, me fui con las demás. Harry se vino al rato de despedirse del otro. Jeremy y Mery se estaban dando el lote cuando llegué, pero pasé de aquella escena.

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