84.

|
Un fuerte portazo proveniente del recibidor hizo que Alice y Laia apartaran la vista de la televisión y vieran entrar hecha una furia a su amiga Mery. La castaña arrojó con fuerza su bolso al suelo y levantó la vista para observar a sus amigas. Tenía los ojos hinchados y rojos de haber llorado.

-¡Mery! –Saltaron las dos del sofá. -¿Qué a ocurrido?
-Jeremy.. –Contestaba mientras sacaba del bolsillo delantero de su pantalón un clínex y se sonó. –Es un cerdo.. ¡un cabrón!
-¿Qué te a hecho Mery?
-Veréis.. cree que manda de mí como si fuera suya o algo. Me lo e encontrado por la calle y me ha comenzado a gritar.
-¿Gritarte, por qué?
-Había salido ha dar un paseo con Dougie, ¡tan solo un paseo! –Avisó a Laia quien ya iba a comenzar a preguntar. –Íbamos charlando, y de pronto me encuentro a Jeremy delante… supongo que había pensando mal y creyó que Doug y yo teníamos un rollo o algo. Intenté explicarle, decirle la verdad pero no me dejaba hablar, y luego sacó un tema más privado. –Las miró a los ojos mientras se secaba unas cuantas lágrimas. –Como sabéis e estado evitando quedarme sola con él o ir a su casa, y sabéis porque. –Las chicas asintieron. –Pues ha comenzado a reprocharme ese tema delante mía, y luego, después de desahogarse gritando conmigo, fue a encararse hacía Dougie.
-¿Le golpeó?
-O eso intentó. Doug le esquivó y le golpeó a el. Luego de esto, Jere se fue sin decir palabra.

Alice y Laia intercambiaron unas cuantas miradas incrédulas. Nunca hubieran creído que Jeremy fuera capaz de comportarse así. En sí, parecía un buen chico, incapaz de matar a una mosca. Pero había que admitir una cosa; últimamente se le veía muy celoso ante la buena amistad que tenían Doug y su novia.

-Entonces.. rompiste con él ¿no? –Preguntó Laia para romper el silencio.
-¿Tú que crees? –La castaña de ojos azules marinos le tiró el clínex a la cara. –No se ni como pude haber estado con él.
-Y después de eso.. ¿Qué pasó?
-Nada… me puse a llorar y Dougie intentó consolarme, pero no se, me sentía fatal y me vine a tú casa. Sabía que estaríais aquí . –Dijo señalando a Laia con la mirada.

Sus dos amigas le dieron un tierno abrazo enternecedor. Aunque Mery no hubiera llegado a amar a Jeremy, se sabía que le quería. Se acopló con ellas en el sofá, pero no tardó mucho a diera un respingo. Su teléfono móvil comenzó a sonar con la música de Friday night. Lo sacó temblorosa y observó la pantalla. Dejó caer el móvil sobre sus piernas mientras Laia lo agarraba para ver.

-Es Jeremy… -Dijo mirando a Alice.
-Trae. –Le contestó ella pasando su brazo sobre Mery y quitándome el teléfono a Laia.

Descolgó y pudieron oír unos cuantos gritos furiosos del parte del chico. Alice puso cara de enfado e infló sus pulmones de aire para soltar su escarmiento.

-¡Tú! ¿¡Pero quién demonios te crees para poder hablarle así a Mery, eh chulo!? ¿¡A ti te parece bien como la estás tratando, imbécil!? ¡Procura que yo no te vea porque te juro que te perseguiré hasta cogerte, y mejor no preguntes lo que te haré! ¡Tu INTENTA volver a llamarla y juro que te meteré un palo por donde la espalda pierde su nombre! –Y dicho esto, antes de que Jeremy pudiera volver a hablar, colgó.

Miró a sus dos amigas que se habían quedado incrédulas ante su comportamiento. Dio un lento bostezo y entregó el móvil a su dueña, volviendo a coger el mando y cambiando de canal. Podía notar aún sus miradas que no se apartaban.

-Tranquila, ya verás como no llama. A ese capullo le atormentaré de por vida como te mire siquiera.

Mery abrazó a su amiga. La apretó todo lo que pudo. El timbre sonó e hizo que se alejara lentamente con miedo al que hubiera llamado fuera Jeremy.

-Ya voy yo.. –Susurró Laia levantándose y volviendo al recibidor.

Nada más abrió la puerta, toda una estampida entró corriendo. Las primeras fueron Desi y Camden, quienes se tiraron encima de su amiga para abrazarla. Luego ya siguieron los otros cuatro.

-¡Mery! ¿Estás bien? –Preguntó primero Doug sentándose a su lado y esperando a que las otras dos dejaran de abrazarle y llenarla a besos.
-Yo sí. –Dijo despreocupada limpiándose sus mejillas. –Alice le ha amenazado de muerte. –Dijo enseñando una gran sonrisa y mirando a su amiga quien había caído al suelo debido a la multitud que se había acoplado al sofá.

0 comentarios:

Publicar un comentario