58. Es un hombre..

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-No llores… -Le dijo con un tono dulce, acercando su mano y secándole la lágrima. –Puedes desahogarte conmigo, ¿vale? –Rodeó su espalda con su brazo y la acercó más a ella. –Si quieres hago lo que sea por que te encuentres mejor.
-No quiero. No tienes que pagar tu lo que ha hecho otro.
-Pero yo no lo hago por el, si no por ti.
-No Jeremy.. vete. –Insistió ella, cogiendo su brazo y apartándolo. –Tan solo me apetece estar sola.
-Está bien.. –Acabó accediendo el, levantándose del suelo. –Si quieres hablar o algo, llámame. Sin vergüenza.
-Gracias, Jeremy, de verdad. –Dijo con ricura Mery, observando como el rubio se daba media vuelta para irse. -¡Espera! Dale esto a Dougie, se le ha caído. –Le propuso, sacando la cartera del bolsillo y entregándosela.
Él la cogió con cara de confundido, supuestamente preguntándose como era que ella tuviera su cartera. No preguntó, más bien por no estropear la situación. Bajó las escaleras, y con un poco de pereza, empezó a buscar a su amigo por toda la casa.



Me dirigí hacía donde estaban los asientos, ya cansada de bailar. Allí se encontraba Dougie, tirado en uno de ellos y con cara de agobiado.
-¿Qué te ocurre? –Le pregunté, sentándome en otro sillón que había a su lado.
-Nada, tan solo pienso.
Me mantuve callada durante unos segundos. Miré hacía todos los lados, buscando a Mery con la vista. Me extrañó que no estuviera apegada a Dougie ya que había tenido oportunidad de no soltarse de el.
-¿Y Mery?
-Yo que se. –Me contestó con tono de molestia, como si le estuviera repitiendo la pregunta un millón de veces.
-Antes estaba contigo.
-Pues ahora ya no.
-¿Pero no sabes donde se ha ido?
-Supongo que a intentar amargar a alguien –Dijo con despreció, mientras la figura de Jeremy se acercaba a nosotros, pasando entre la multitud.
-¿Amargar? ¿Qué ha ocurrido, Doug?
-Pregúntale a ella.
-Pero si no me quieres decir donde está, te pregunto a ti.
Giró la cabeza hacía mí, molesto de que preguntara por ella. Allí había pasado algo, y el tan solo intentaba evitar el tema. Empezamos una lucha para ver quien aguantaba la mirada más, algo que se me daba bastante bien. Pero a mitad del combate interrumpió Jeremy, acercándose a Dougie y entregándole lo que parecía una cartera.
-¿De dónde la has sacado? –Preguntó el bajista, revisando sus bolsillos y dándose cuenta de que en realidad no estaba.
-Me la ha dado Mery para que te la entregara.
-Será ladrona… -Susurró Doug, empezando a contar los billetes que había allí. –A, pues no, que extraño. Se ha podido controlar.
-¿Qué pasa? –Pregunté yo, levantándome de mi asiento y acercándome a ellos. -¿Dónde está Mery, Jere?
-Arriba. La encontré arrinconada, llorando. Dijo que quería estar sola.
Mi expresión cambió. Sustituí mi cara de confundida por una llena de odio y miré mal a Dougie. El tenía que ver con algo, y seguramente se había comportado así por ella.
-Qué le has dicho a Mery… -Le pregunté con tono de amenaza. Nadie tocaba a mi Mery.
-Yo no dije nada. Tan solo que se callara… luego la pillé grabándome con una cámara como vomitaba en el baño y ahí tan solo le dije que… que me dejara en paz.
-Tú eres tonto, Dougie. –Le dije, empezando a analizar la situación. –Por primera, Mery no se trajo NINGUNA cámara a Londres, así que dime de quien era esa cámara.
-Yo la encontré con una cámara en las manos.
-Dónde está la cámara. –Le dije, extendiendo mi mano para que me la diera.
El escarbó en su bolsillo del pantalón hasta que la sacó y me la prestó. Nada más cogerla, me puse a ver las fotos.
-Mira, subnormal… -Le dije con furia, tirándole la cámara con una foto puesta. -¿Esa es Mery?
El miró la pantalla con cara de asombro. Empezó a pasar las fotos de una en una, observando a la misma chica de las fotos. La odiaba. Era la misma que había estado bailando anteriormente con Danny, y la que había grabado el video.

-Yo.. yo creía que el video lo había grabado ella. –Intentó explicar, dejando de ver las fotos.
-Pues ya ves que no, Doug. –Le dije, aún conteniendo las ganas que tenía de pegarle una buena bofetada. –Y no solo la has cagado ahí, si no también al enviar a la merda a Mery por intentar hacer más amistad contigo.
-Pero no se callaba.
-Normal, si no le hablas… ella tan solo quería pasar un rato contigo, y buscaba cualquier tema entretenido para que le dirigieras la palabra.
El rubio se tapó la cara con las dos manos, arrepentido por lo que había hecho. Di un largo suspiro, y me giré para ir a buscar a Mery. Desgraciadamente, tuve uno de mis peores problemas. Me choqué contra alguien nada más girarme. Tambaleé un poco mareada ante el fuerte golpe, ya que la persona estaba tan dura como una puerta. Cuando levanté la mirada, me encontré al de siempre. Harry reía con ganas ante mi golpe.

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